Emocioacojonante
¨ Tienen talento.
Ambas.
No es lo que han hecho hasta ahora : no.
Hablo de emulsión : de talento futuro.
Del talento que se les adivina.
Del que se entrevé que llegará a cuajar en algunos años.
Adicionalmente, son de las que no sucumbieron a abrirse las fosas nasales en las noches fashion-you-know-what-i-mean.
Tampoco sucumbieron a abrirse fácilmente de piernas : y, quizá por éso, -particularmente, más bien por esto último- han sufrido los dardos envenenados de la soterrada Envidia.
Una es madrileña, de 28 años, muy recientemente cumplidos.
La otra es palentina y tiene 31.
Una noche del mes de Mayo del actual 2006, en un restaurante del Paseo de la Habana, en Madrid, a una mujer muy allegada –no hay amigos en esste específico micro-cosmos- a una de las anteriores, "Z" le comentó :
"-Te lo confirmo : la nueva chica codiciada es la chica vasca; tiene 27 años. Tiene hambre, tiene sed y tiene la virtud de poder estar sin dormir durante dos días sin que se le noten las ojeras. No es de las que se ha vuelto culta de repente : se le nota que le viene desde la cuna. Tiene charla, tiene mirada y tiene trayecto. Ah : no es una calientapollas. Lo cual es distinto a que muchas pollas se calienten pensando en ella.¨
La mujer, persona allegada con estigma de presencia en la sombra, intuía sin embargo que no estaba recibiendo toda la información por parte de "Z".
Al menos no toda la información completa : en aquél no lejano Mayo, requería un input colateral sobre alguien a quien no se había mencionado.
Como en un algunos párrafos de Camus, la trastienda del ausente generaba más presencia que la evidencia de lo presencial.
El silencio se hizo nítido : como si la burbuja sonora de una tinaja se exxppannndiesse, la frase de "Z" quedó contundemente verbalizada :
"- Lo que es, es, y no se puede cambiar. Te lo puedo decir con ó sin vaselina, pero has de decirle a tu amiga que lo tome como lo que es. Sin más. Y que lo acepte; que lo asuma. La joven madrileña de 19 años le ha devuelto la alegría por rodar; le ha supuesto un renovación oxigenante de ideas y él vuelve a sonreir y a reirse tras el diafragma; con éso te lo digo todo. Pero es que, además, no es un molde de madera de ébano que uno ha de perfilar, de esculpir, de labrar con escarpado sacrificio con la duda del resultado final : no : es que, además, la chica es con tan sólo 19 años muy- muy-muy buena. "
***
Idus de Septiembre.
Cena de un otoño obvio.
Patxarán en las postrimerías y languidez de una cena en la que se saborea el silencio como ingrediente inexcusable.
Placer sonoro en uno de ésos pequeños restaurantes en los que no se te ametralla con ese ruido que descentra, que aterra, que aturde.
Añade “Z” :
"- Llega alguien. O puede llegar. Se le sigue, se le observa, y se esperan acontecimientos de ella. También es joven. Insultantemente joven : apenas 23 años. Algo más rodada. No tan virginal ; pero a la que se le espera. Viene de Barcelona. De Sabadell. Y es exponente, una vez más, del ciclo vital, de la reposición de los conceptos, de las imágenes, de la seducción de lo novedoso. No puedo confirmarlo al 100% : pero tiene excelentes maneras. Y, sí, no me extrañaría que a él le encantase conocerla. Es más, creo que deseará conocerla.
Si en la sombra, y a hurtadillas, como siempre, ya no lo ha hecho."
Ambas.
No es lo que han hecho hasta ahora : no.
Hablo de emulsión : de talento futuro.
Del talento que se les adivina.
Del que se entrevé que llegará a cuajar en algunos años.
Adicionalmente, son de las que no sucumbieron a abrirse las fosas nasales en las noches fashion-you-know-what-i-mean.
Tampoco sucumbieron a abrirse fácilmente de piernas : y, quizá por éso, -particularmente, más bien por esto último- han sufrido los dardos envenenados de la soterrada Envidia.
Una es madrileña, de 28 años, muy recientemente cumplidos.
La otra es palentina y tiene 31.
Una noche del mes de Mayo del actual 2006, en un restaurante del Paseo de la Habana, en Madrid, a una mujer muy allegada –no hay amigos en esste específico micro-cosmos- a una de las anteriores, "Z" le comentó :
"-Te lo confirmo : la nueva chica codiciada es la chica vasca; tiene 27 años. Tiene hambre, tiene sed y tiene la virtud de poder estar sin dormir durante dos días sin que se le noten las ojeras. No es de las que se ha vuelto culta de repente : se le nota que le viene desde la cuna. Tiene charla, tiene mirada y tiene trayecto. Ah : no es una calientapollas. Lo cual es distinto a que muchas pollas se calienten pensando en ella.¨
La mujer, persona allegada con estigma de presencia en la sombra, intuía sin embargo que no estaba recibiendo toda la información por parte de "Z".
Al menos no toda la información completa : en aquél no lejano Mayo, requería un input colateral sobre alguien a quien no se había mencionado.
Como en un algunos párrafos de Camus, la trastienda del ausente generaba más presencia que la evidencia de lo presencial.
El silencio se hizo nítido : como si la burbuja sonora de una tinaja se exxppannndiesse, la frase de "Z" quedó contundemente verbalizada :
"- Lo que es, es, y no se puede cambiar. Te lo puedo decir con ó sin vaselina, pero has de decirle a tu amiga que lo tome como lo que es. Sin más. Y que lo acepte; que lo asuma. La joven madrileña de 19 años le ha devuelto la alegría por rodar; le ha supuesto un renovación oxigenante de ideas y él vuelve a sonreir y a reirse tras el diafragma; con éso te lo digo todo. Pero es que, además, no es un molde de madera de ébano que uno ha de perfilar, de esculpir, de labrar con escarpado sacrificio con la duda del resultado final : no : es que, además, la chica es con tan sólo 19 años muy- muy-muy buena. "
***
Idus de Septiembre.
Cena de un otoño obvio.
Patxarán en las postrimerías y languidez de una cena en la que se saborea el silencio como ingrediente inexcusable.
Placer sonoro en uno de ésos pequeños restaurantes en los que no se te ametralla con ese ruido que descentra, que aterra, que aturde.
Añade “Z” :
"- Llega alguien. O puede llegar. Se le sigue, se le observa, y se esperan acontecimientos de ella. También es joven. Insultantemente joven : apenas 23 años. Algo más rodada. No tan virginal ; pero a la que se le espera. Viene de Barcelona. De Sabadell. Y es exponente, una vez más, del ciclo vital, de la reposición de los conceptos, de las imágenes, de la seducción de lo novedoso. No puedo confirmarlo al 100% : pero tiene excelentes maneras. Y, sí, no me extrañaría que a él le encantase conocerla. Es más, creo que deseará conocerla.
Si en la sombra, y a hurtadillas, como siempre, ya no lo ha hecho."
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Art_Alegoría
Dolor Sordo
Metadona Sorda
en
la
Ciudad Interior
5 Comments:
La aventura de lo desconocido de unos es la ruina emocional de otros ... montañas rusas en distintas direcciones. Eso es lo que he podido sentir.
¡Qué repollos!
Me siento identificada con tu relato, sobretodo en algunos extractos.
Me parece redondo, coherente y tan cercano a la realidad.
Pareciera ser que las mujeres siempre seremos divididas en dos grandes grupos, y el criterio de selección es tan subjetivo como la opinión que tiene uno respecto a sus pies,
Me gustó mucho,
Gran blog
Jaja, eres original hasta en los titulos de tu post ;)
Saluditos
Comella
http://guallavitoclub.blogia.com
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