martes, abril 11, 2006

Cuétara
















“Tras la reunión con los abogados, decidimos bajarnos todos a tomarnos un café de media mañana en la esquina de Orense con Raimundo Fernández Villaverde.

En el ascensor coincidimos con la abogada de la otra parte : una verdadera profesional de calculo aproximadamente unos 55 años, elegante y exquisita en el trato; deontológicamente y a nivel de asesoramiento jurídico, impecable.

Nos hemos despedido de ella en la puerta, nos hemos concentrado a lo nuestro, y hemos entrado en la cafetería.

Con los cafés ya en la barra, uno de nosotros ha sacado precisamente uno de los puntos candentes de negociación. Y hemos convenido todos en que la mencionada abogada prácticamente nos los tenía cogidos –contractual y jurídicamente- por los mismos y que sería difícil sortear uno de esos escollos.

He respirado, sin embargo, una admiración latente hacia esta Señora por parte de todos.
La han bautizado : la Thatcher.


Y me han jodido.
Pero bien jodido.
Porque justo, justo, justo en ese momento, me han roto el rollo de una película hardcore que mentalmente me estaba montando.

No hay derecho.
Debería estar prohibido que a que uno le castren las fantasías sexuales de una forma tan abrupta.”

8 Comments:

Blogger maRia said...

:)

8:10 p. m.  
Blogger MU ARAE said...

Supongo que has titulado tu post "Cuétara" porque te ha pasado lo que me pasa a mi con esas galletas.
Abres la caja toda ilusionada, te decides por la galleta que parece más apetitosa, te la imaginas cubierta de un delicioso chocolate fundente y te encuentras con una galleta insípida y con una mala cobertura.

Como las galletas francesa nada. De las inglesas no opino y de las que se suele comer la Tatcher con el té, menos...

8:20 p. m.  
Blogger maRia said...

jajajaj. Oigusté querida Dead4U, English biscuits are THE BEST. Comida, lo que es comida, unha merda, pero en cuanto a dulces...no admito discusión. Pregúntales a los dentistas ingleses. Por algo están en la seguridad social.

8:33 p. m.  
Blogger Txe Peligro said...

Nunca mezcle negocios con sexo kinki. Los resultados pueden ser desastrosos.
Gracias por su visita, siempre será bien recibido.
Un saludo, bonito blog.

10:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo bueno de las fantasías es que siempre puedes continuarlas en cualquier momento, vuelves a poner en funcionamiento tu mente y por arte de magia comienzas a vivirla justo en el instante donde la castraron.

9:18 a. m.  
Blogger Elisabeta said...

Las galletas pierden todo su encanto tras dar el primer mordisco, se fragmentan, pierden su forma pero conservan el sabor...No permitas que las fantasias crujan cuando se estan deslizando por el paladar de tus sentidos, tan sólo por un desafortunado comentario que te evoque una imagen no deseada y rompa "tu" momento...De todos modos tu post es un buen homenaje a las señoras "maduras".Enhorabuena,me ha agradado leer esa admiración teñida de fantasioso deseo...

2:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La imaginación tiene el poder de transportarnos a ese mundo de sensualidad, donde todo es posible.
Donde cada instante es fugaz como el tiempo y a la vez tan intenso q casi nos puede llegar a provocar un orgasmo...

Quizás no nos demos cuenta del poder que llega a tener.

Besos.

4:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me ha seducido la idea de "secuestrar" de su contexto a alguien para llevarlo, con la mente -o con la realidad, si se puede-, a algun lugar o situación imprevistos, discordantes con su cotidiano. Será que me gusta cuando alguien lo hace conmigo...

En situaciones asi, yo le pongo el "mute" a la película del ingenio-sin-gracia. Los comentarios de los demás no tienen nada que hacer al lado de mi fantasía...

Besos.

10:32 p. m.  

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