miércoles, abril 26, 2006

Monte





















¨Hará ya unos cuatro años que dejó la ciudad en la que resido para instalarse en la Isla.
La vida le cambió cuando le extirparon un extraño tumor en el estómago del tamaño de un almendruco.

“-¿ Has visto alguna vez las bolas de pelos que expulsan los gatos ? Pues como una de ésas...”

La última vez que estuvo por aquí, me llamó y quedamos para cenar.

Pasar una velada con él es como pegarse un homenaje de observar la Vida en Silencio.
Si elige un vino, puede degustarlo en sus primeros sorbos durante largos minutos sin pronunciar ni una sóla palabra.

Si ha de decidir qué elegirá de la carta para cenar, su decisión se ralentiza como una condena.
Fundiríamos media botella sólo con la agónica espera.

“- Me he echado novia; es belga, y tiene quince años menos que yo.”

El sigue saboreando el vino, parsimoniosamente; le espero, le observo y me aguanto : porque yo ya tengo una hambre que me comería hasta la faja de Ana Botella.

Comentamos 1.327 cosas.

Me relata su estilo de vida actual en la isla.
Lentamente.

Noto que se me sube el vino.
No estoy acostumbrado a beber ni a cenar tan desesperadamente lentamente.
He de hacerlo porque asumo que su estómago requiere de esta velocidad –coño, pero su cerebro nó-

Le pregunto sobre la nueva novia.
Y me cuenta cosas de ella.
Y que suelen hablar en francés, pero que ella ya chapurrea bien el español.

Y me mira.
Circunspecto, concentrado.
Y me pregunta : y me dispara :

“-¿ Alguna vez le has comido el coño a una tía, esparciándole previamente un poco de orégano en su chirri ? ”

Ahora no es que note que se me sube el vino.
Ahora es que sé que se le ha subido a él, pero abruptamente, de una vez.

Y se ríe.

Memorizo el momento.
Y lo asocio a caldo Starlux ; a caldo de hembra ; y a especias.
Segunda botella.


“-He estado recopilando últimamente algunas de las ideas que en su momento comentamos: me ha entrado unas renovadas ganas de plasmar cosas, y, bueno, ya veremos... pero quizá me pase dentro unos meses por ¨Editorial Blá-Blá-Blᨠa ver qué les parece.”

Me sorprende.
Ha mencionado el nombre del enemigo y además posibilita una reconciliación.
No acabo de entender el quite.
Siempre supo torear con capote, pero ahora estigmatiza la cornada con un versallesco armisticio.

“-Me he pasado casi dos años vomitando hasta mi primera papilla : no puedes hacerte una idea de lo que es eso. Imagínate que tuvieras que alimentarte exclusivamente de sopas, purés y de fruta triturada. Día a día. Mes a mes. Y que cada vez que a hurtadillas probaras algo más sólido, sintieras el Vesubio en tus entrañas. Me he pasado la mitad de la vida escuchando a cada cabrón que decía esa frasecilla de ¨Fulanito no tiene estómago para esto, para lo otro....¨. Me ponía malo. Malo de recordarlo. No te imaginas la gracia que me hacía. Ahora ya me importa todo un huevo, pero es el huevo digno que me queda : sólo por el placer de quedar con ellos a comer y de demostrarles que ahora de nuevo ya me puedo pedir un solomillo ó una lubina ... ... esa venganza, tío, esa venganza es insuperable.”


Y regresa a la belga.
Y bromea con el Ciallis.
Y ya nos hemos acabado la botella.
La segunda.
Y cuando pedimos un pacharán, le observo las grietas en los párpados, y el híbrido tono grisáceo de su cabello canoso.
Y sus orejillas que ahora están rojas, rojas, rojas.

**

Sus sentencias hablan cuando pasan los días.
He bajado al supermercado.
He visto uno de los estantes.
Y me ha dado un súbito ataque de risa rememorando :
me quedé con la duda de su adecuada posología.
Y su uso tópico.
Que seguro que la conoce.

**

“El orégano (Origanum vulgare), es una hierba perenne aromática del género Origanum, muy utilizada en la cocina meditarránea. Son las hojas de esta planta las que se utilizan como condimento tanto secas como frescas, aunque secas poseen mucho más sabor y aromaMuy aromático y de sabor ligeramente amargo, el orégano de buena calidad puede llegar a entumecer la lengua, sin embargo, las variedades cultivares que han sido adaptadas a los climas más fríos, a menudo poseen un sabor menos intenso.Es el ingrediente imprescindible de la cocina italiana, donde es utilizado para la salsa de tomate, las verduras fritas y la carne a la brasa y, por supuesto, la pizza. Combina eficazmente con las aceitunas encurtidas y alcaparras; armoniza incluso con los platos picantes, populares de la cocina italiana meridional. Junto con la albahaca da el carácter a la gastronomía italiana. Las cocinas de otros países mediterráneos utilizan esta especia en menor medida, aunque es de relativa importancia en la española, francesa y griega.

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mi domando come reagisce qualcuno che conosce bene la cucina italiana quando tenta di immaginare queste nuove ricette piutosto "nouvelle cuisine".

Anche se ha gia bevuto una bottiglia di vino.

Non so se mi piacerebbe mescolare oregano e volgarità con vino e chiacchere tranquille. Forse non sono abbastanza moderna ;)

8:56 p. m.  
Blogger maRia said...

Mucho más estimulante condimentar mi genitalia con especias.
En el fondo siempre quise ser una spice girl.

9:40 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es curioso,como hay frases, imágenes que se instalaran en nuestra mente, dibujando sensaciones que no dejan de repetirse.
Es curioso como un leve instante, una palabra, una frase, un condimento, puedo provocar en la mente una tormenta de sensaciones que se adhieren a nuestra piel cual esponjas de acero.

Es curioso.
Si .

Curioso, ese nuevo uso del Oregano..

Curioso.
Si.

6:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que no volveré a espolvorear el orégano sobre la mozzarela de buffala sin pensar en tu amigo nunca más.

Bonito renacer.
O bonita manera de contarlo.

10:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Ahora ya me importa todo un huevo, pero es el huevo digno que me queda"

;D

9:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desespera igualmente la gente que no sabe saborear el silencio, que no sabe decodificar las miradas y los gestos de los que callan, las pausas del sabor de aquellos que se conocen. La paciencia para escuchar y la impaciencia para callar es tan similar a la impaciencia por hablar y la paciencia para oir.

1:03 p. m.  
Blogger MU ARAE said...

Preferiría que me esparcieran algo más suave y bueno, chocolate cremoso por ejemplo y no sentir esos tropezones en mi sexo y verlo luego en sus dientes ;)
Me ha recordado tu amigo a Annibal Leckter, por la manera de saborear la vida, un sibarita.

Y ahora, a parte de la “Miel de la Granja San Francisco” con dosificador, por favor, cuando vuelva a utilizar el orégano me acordaré de tu amigo, y de ti.

Me has hecho sonreír.

1:11 p. m.  
Blogger __nia said...

me encantan las confesiones súbitas que proporciona el alcohol

no importa; confesora y oyente

7:54 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Un diluvio de palabras, una paleta de sabores variados, no todas "biensabidas" pero si saboreadas con nimiedad,prolijo. Me alegra haber llegado hasta aquí.
Volveré.
Olimpia.

12:54 p. m.  
Blogger María Esquitin said...

Tus palabras son pura delicatessen. Riñe a todos esos que sólo se quedaron con lo del orégano, no es justo para este texto tan excelente, dejarlo reducido a eso.

1:26 a. m.  

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