Osborne

¨ “ ... lo que peor llevo es que no sé detectar el momento ...
ó la fase en concreto en que pudo nacer en ella toda esa predisposición ...”

Recuerdo sus palabras aquella tarde.
En una cafetería de Alberto Aguilera.
Yo oficiaba de Sacerdote de Silencios.
De sus dolorosos silencios, de los silencios de quien vive lo que no espera, y lo vive de quien no lo espera.

Lo he recordado esta tarde, al leer unas líneas, y a las que he realizado después un breve comentario.

Un binomio difuso : el de la lealtad y el de la fidelidad.

No conozco aún a nadie, a ninguna pareja, absolutamente a nadie, que haya sabido sobrevivir al estropicio que genera el severo déficit de alguna de ambas.

Miento : sí.
Sí conozco contados casos.
Pero patrimonialmente, convenía sufrir de tortícolis y de una pronunciadísima Miopía Incipiente.

Siempre se nos había atribuido a los varones el protagonismo estelar de la Infidelidad.
Creo que hasta en ése punto, ha existido una Paridad de Cuernos : Igualitarismo Cornamental.



Deducible.
Fiscalmente.

Al fin y al cabo, la coprotagonista era Asesora Fiscal.¨