Buhardilla

"En ocasiones me pregunto cuál es el perfil anónimo de aquellos que pueden sentirse incentivados a leer estas líneas. Bien pudiera ser que me haya cruzado contigo en la vida real -si es que ésto no deja de serlo ..-, y que no nos hayamos atrevido a cruzar siquiera una mirada, una palabra, un gesto. ¿ Sabes una cosa .. ? En mí siempre ha habitado una íntima mezcla híbrida de un ser ácrata y de un ser organizado. Parece que debe ser cosa de los genes, puesto que, una vez más, mis padres supieron mantener su paridad y equilibrio de poder hasta a la hora de concebirme. Espérame un momento, por favor. [ ..me enciendo un cigarrillo rubio..]. Vielleicht, eine solche Erklärung dafür, liegt in meine unerwartete Reaktionen und überraschende Augenblicke, zum beispiel, dieses. Porque soy híbrido, y serlo me obliga a transitar en vuelos de madrugada desde mis desiertos a mis mares internos. No soy ser de un ¨restringir¨, ni de sentirme restringido. Por tanto, soy ser más inclinado a que se aventuren en mi mundo que no yo a aventurarme -gratuitamente- en la buhardilla de alguien al que le adivino fronteras muy bien delimitadas. Tener fronteras del alma no es lo mismo que ser "limitadito" ó "limitadita". No. Tampoco significa necesariamente tener las ideas claras. Juan Marsé, es, sin duda, un ser con una alta dosis de ética literaria, pero él mismo advierte que la génesis de la misma procede de su caos interno. Como Fernando Arrabal ó como Emil Cioran en su momento. En definitiva, lo que deseo transmitirte a estas alturas de este párrafo es un "Gracias". Un Gracias por haberte atrevido a curiosear bajo la arena de esta playa. Y por haber encontrado, inesperadamente, esa pequeña pala de juguete de color verde chillón que alguna criatura dejó semiolvidada cuando subía la marea."