Concordato

“Llevo algunos días en los que se reproducen algunos pensamientos que me acompañaban ya en las calles de Istanbul.

Hay quien afirma que las ideas genéricas sobre ciertos aspectos vitales fluctúan, que son como bucles concéntricos que se posan intermitente y plácidamente en nuestra mente sin ninguna cadena causal aparente.

Cuando recibo algún esporádico mail al respecto de algunos temas que escribo, ignoro la razón, pero la mayoría poseen un interrogante, una pregunta, un requerimiento de una pieza de información que concatene una inferencia final al interlocutor.

Aprovecho un breve inciso : El último post “sobre los argentinos” –si se puede categorizar como tal el tema- ha producido sendas reacciones encontradas en sendos mails privados, pero considero adecuado plasmar que obviamente no poseo ninguna animadversión al igual que ninguna pre-simpatía preelaboradas.

El trazo de estas líneas, de los cuatro párrafos previos, ha surgido en el silencio hueco al afeitarme esta mañana. Entre este acto y tu lectura de estas palabras seguro que han ocurrido cosas, que te han pasado cosillas a ti al igual que me han pasado a mí. Es muy posible que hayas llegado por mera casualidad ó que quizá hayas repetido una visita encaminada a una evasión merecida.

Si lo piensas fríamente, puede considerarse como un acto íntimo el confesarte las circunstancias del “script-del-post”.

Y puede serlo tanto y tanto más si puedes acercar a comprender el hilo argumental que lo nutre.

Pondré un ejemplo.

Imagínate que improviso las siguientes líneas :

¨Ella ladeó su hombro izquierdo en el marco de la puerta mientras observaba cómo él se afeitaba. Un diálogo de silencios amenizados por el medium de un espejo. De sus imágenes. Flash. Mirada tuya. Flash. Mirada mía. La lentitud y la precisión de sus dedos precisando la mecánica de la cuchilla le producían un micro-estallido difuso de sensaciones sutiles. Recordó una de las cenas en el que él le mencionó el Binomio del Oro de los Instantes. Continuó observándole y el frío de la mañana de diciembre colaboró a la tenue constación de sentir sus pezones urgentes. Hay un click, hubo un click. Lees, percibes, observas. Sigues leyendo, sigues percibiendo y desde luego que sigues observando. Podemos darle un toque más hardcore, podemos concederle un aroma mucho más .. más .. descriptivo .. ¿ ? Yo no creo que sea necesario, si tú adviertes que no, que no es necesario. Los retoques finales del aftershave invaden el espacio. Un aroma que ignoras la razón pero fomenta el que sin querer cierres las piernas, inconscientemente, apretándolas sólo, sólo un poco. Lees, percibes, observas. El agua del grifo limpia la cuchilla. Y por la forma en que observas ese acto, ahora entenderías y especularías con que fuese él tan precisamente exigente y exigentemente preciso con algunos detalles y con el tejido de los ribetes y de los elásticos de la colección deportiva de DIM, de los de Intima Cherry, de los de Lovable y también claro de los de Womens Secret, Belcor y Unno.”

Considero tan íntimo una cosa como la otra.
Es Intimo que me leas y que discrepes.
Que incluso pudieras captar Destellos de Concordancia en el Radar de Coordenadas.
Es de agradecerte por mi parte una trayectoria anónima en estas líneas si ya silenciosamente la tuvieras.



Y ésta anárquica profusión de anárquicas ideas flotaban ya cerca de Santa Sofía.


Art_Alegoría
Desde una metrópoli que no es mi ciudad.
Invierno de 2005.
Frío. ”