viernes, abril 11, 2008

Folicular


“Soy así.
Qué se le va a hacer.
Y no me apetece pasarlo por alto.
Existe un grupo musical mexicano que se han convertido en multimillonarios : se llaman “Maná”
Son muy astutos.
Cuando vienen y visitan a menudo a España son la rehostia caústica del saber hacer “amigos” y de acreditarse en la Academia Goyesca y Patria del saber caer bien.

En realidad, stricto senso, la cáustica rehostia neuronal procede de quienes les representan.
Aunque ése es otro barrio por licuar.

Sea como fuere : éstos de Maná son muy astutos, y también son muy avariciosos.
El caso es que aún quieren más, más dinero.
Y para ello han versioneado un tema que se te mete en la piel y es un tema que entra en la hiel.
Hiel y piel.

Y te vas a cansar a escucharlo.
Es de su recientísimo nuevo álbum del 2008, denominado “Arde el Cielo”.
El tema se llama “Si no te hubieras ido”.
Y no es suyo.
No lo es.
No es suyo.
Es un tema que en realidad es de un tal Marco Antonio Solís.
Es un tema que quizá tú mismo juzgues.
Y fue un tema que de hecho ya se compuso para que una para tí anónima “Marisela” lo cantase.
Y además fue un tema que por el impacto en la piel de ciertos círculos, acabó de hecho ya incluyéndose en la banda sonora de una película del año 2001 que se llamaba “Y tu mamá también”.

Es de Marco Antonio Solís, no de Maná.
No es de Maná.
Aunque la historia acabe falsificándolo.

Esto no es una broma.
Aunque el título sea tan pseudo-representativamente Hortera.
O no.

Que si arde el cielo por haberte ido, eso no implica que arda la polla por haberte quedado.”

***


Art_Alegoria
Ciudad Interior
ExilioAbril 2008

viernes, abril 04, 2008

Concomitancia


“Aterrizas en estas playas cansadas de líneas, o en la orilla de esta ensenada cansada de arenas.
Qué tontería, en las playas no se aterriza.
Aunque yo sí lo hice, una vez, en San Sebastián, una madrugada.
Hace de ello muchos años.
A mí me gusta llamar a San Sebastián, San Sebastián.
Me incomoda cuando percibo el pseudo-esnobismo designador en el concepto de “Donostia”, “Donosti”.
Y aterrizas aquí, pequeño lector, pequeña lectora.
Me siento pequeño contigo.
Y se me ocurre que lo de San Sebastián impide jugar con la masturbación literaria de “DonHostia”.
Me gusta el concepto de DonHostia
Y bien puedo asegurarte que sí, que sí que me dí una hostia.
Pero que para ser exactos, fue en una ensenada, en una playa pequeña de Zarauz.


Pero, bueno, que de eso no quería escribir.
Es que no estoy lúcido.
Cómo voy a estarlo.

Lo que yo quería transmitirte es el grado de angustia que puede sentir una madre joven de 17 años que primero nota y después confirma que se queda embarazada. Jodér que si lo nota. Con 17 años se nota más.
Y te quería hablar del grado de cicatriz vital que le produce el criar a su hija, a su niña.
Y que la criatura muera a los dos años, por meningitis.
Doble cicatriz vital.

O cuasi-muerte cerebral, amputación del alma.

Y que pasen, pasen los años.
Y que en edad adulta llegue de nuevo a enamorarse de verdad.
Con treinta y dos, treinta y tres años.
El amor de verdad, el gran amor, ya sabes, esa tautología vital.
Ahá.
Pues no.
Que va el gran amado, y el muy amado, va, y se muere.
Jodér.
Qué putada.

Ya no queda sitio para ninguna cicatriz más.
Jodér.
Como para que no te afecte todo esto, todo lo vivido, y como para no proyectarlo en tristeza y melancolía.

Ahá.
Es la vida de una mujer.
Es la vida de Edith Piaf.”

***


Art Alegoría
Exilio, Ciudad Interior
Abril 2008

p.s. : Concomitancia, Morfina, Melancolía, Arena, Lágrima.