miércoles, septiembre 28, 2005

Aldeasa



¨La única mujer, la única, ante la cual Catherine Deneuve se ha sentido alguna vez en inferioridad ha sido Carole Bouquet. Ocurrió aproximadamente en el otoño de 1976. Catherine tenía 33 años; Carole, 19. Luis Buñuel escogió a Carole para protagonizar ¨Ese oscuro objeto de deseo¨. Quedó hechizado. Literalmente prendadísimo ante la elegancia, la frescura y la inteligencia de la joven. Catherine no pudo soportarlo. No pudo.Te hablo de que un hombre de 77 años, cercano a su muerte –como él ya intuía-, renaciera en la Cueva del Asombro Observacional. Y Catherine no pudo con ello : no pudo con que él renaciera con otra que no fuera ella. El murió seis años más tarde, y apenas entre ambos ya cruzaron alguna palabra.

Cuando Buñuel tuvo noticia de que la joven Carole asistía al Conservatorio parisino, se le dibujó todo un abanico de soluciones al guión que tenía entre manos. Él lo vió todo clarísimo, nítidamente. Y optó por acompañarla de una jovencísima compañera de reparto a la que él mismo había visto cambiarle los pañales por ser amigo del padre de la criatura : una también jovencísima Angela Molina.¨

***

La lluvia sobre Madrid profundiza la sensación de otoño.
Su mirada queda momentáneamente perdida mientras observa el monumental atasco en José Abascal.
Su dedo índice describe círculos en la parte superior del vaso.
Hace breves instantes me ha dicho que lleva ya siete meses sin trabajar.
Sin encontrar trabajo.
No quedan restos de carmín.

Ni siquiera en la parte superior del vaso.


¨Mira : llega una edad en las que las mujeres despreciamos en hiel a aquellas que son Miopes, Tontas y Estúpidas en las relaciones con los hombres. Te hablo de un desprecio soterrado, vomitivo, silenciosamente cruel. El peor de los desprecios.¨

¨Es superior a mis fuerzas. No puedo. Cuando escucho decir “Ainnns!” a alguna de mis hijas, algo se me remueve por dentro.¨”

***




***

lunes, septiembre 26, 2005

DaemonQuest



¨-Estamos tan acostumbrados a tánnnnta basura mediática y a tanto oro del moro pseudo-cultural, que con poco que algo resplandezca, nos parece de un brillo de la hostia.¨

***

Comienza a refrescar en las tardes-noches de la ciudad en la que resido.
No sé qué azorador misterio ocurre hoy con el tanga de C
No para de colocárselo.
Disimulada, continuamente.

***

-¨Obaba¨me gustó más. Más onírica. Más esquizoide. No hay ni Dios que se crea a esta tiparraca de Najwa Nimri como ejecutiva en un proceso de selección. Forzadísimos algunos tramos.¨

Y se lo vuelve a colocar.
Quirúrgica, delicada, disimuladamente.”

jueves, septiembre 22, 2005

Sanex



“¨Sección A.-
Un Océano inmenso de Ternura y de Dulzura : con las Fosas Marinas del sentimiento más irrenunciable, más uterino, más carnal, más desgarradoramente Inherente.
Observando a primera hora de la mañana a un micro-ejército de aún jóvenes Madres despidiéndose de sus hijos a través de la ventana de un autocar, momentos antes de partir de excursión, de viaje.


Sección B.-
Una chica, una muchacha, una mujer entrada en ciertas carnes.
La muchacha que se ciñe al pantalón, más que el pantalón a sus caderas.
El Top estrangulado.
Un Top blanco que agoniza.
Y se le observa desde atrás, y parece una salchichota.
Una morcilla picassiana.
Rebasada.
A la altura de la cintura.
De la cadera.
Claustrofobia de las costuras asfixiadas de las bragas que reivindican oxígeno liberador.
Embutida.
E instantes antes de salir de casa, la muchacha que le ha preguntado a su amiga ó a un grupo de amigas.
Y éstas le han dicho que está muy mona.
Que le sienta bien.
Que le favorece.


Sección C.-
Sólo era un indicio nocturno.
El virus andaba suelto en restrictivas pasadizos de Berlín.
Pero sólo era aquella noche un indicio, una sospecha.
Agradará ó no agradará.
Te gustará ó no.
El virus se ha extendido incluso a sureñas restrictivas salas de la ciudad en la que resido.
Ahora el indicio es ya una realidad.
Y el que pueda entender que entienda, y el que pueda sentir, que sienta :

Armin Van Buuren, ¨Shivers¨ [ – 001. Birth of an Angel & 002. Elevation & 003. Rising Star rmx(ss)-] ”

martes, septiembre 20, 2005

Pasarela




“Con su culo científico, con sus pantalones diseñados por CAD, la mujer española del semi-exitoso futbolista español baila y disfruta en la pista de baile.
No puede tener ningún desliz.
Porque ella es fina.
Y segura.
Y porque uno de los discretos guardaespaldas podría comentar lo que no le agradaría relatar. A no ser, obviamente, que el escolta observe algo que análogamente también deba callar cuando trabaja en una noche de servicio con el otro cónyuge.


La mujer española del semi-exitoso futbolista español encandila en cenas señaladas con la danza de sus párpados a personas de alto standing del establishment de la urbe.
Las personas de alto standing se preguntan cómo es posible que la mujer española se haya casado con el semi-exitoso futbolista español.
Las personas de alto standing se lo cuestionan pues se consideran a sí mismas perspicaces pero condescendientes.

La mujer española del semi-exitoso futbolista español seduce en meriendas señaladas con su sencillez y su sentido del humor a las mujeres de los varones de alto standing del establishment de la urbe.
Las mujeres de los varones de alto standing se preguntan cómo es posible que la mujer española se haya casado con el semi-exitoso futbolista español.
Las mujeres de los varones de alto standing se lo cuestionan pues se consideran a sí mismas acomodaticias pero pragmáticas.

Tras un determinado incidente con reminiscencias a semen con sabor a menta, la mujer española y su semi-exitoso marido confiaron en la proverbial justicia jurídica que el Bufete con sede en Velázquez 63 proporcionaría ante un hipotético segundo ¨error¨.
Oh.
Se pusieron un condón.
Jurídico.
Profilaxis de la Caries de Cuernos.
Antibióticos ante el carcinoma del Patrimonio.

Y desde aquel momento, desde la rúbrica de aquella firma, la mujer española del semi-exitoso futbolista español baila y disfruta en la pista de baile.
Y baila mucho.
Tanto, tanto, que sorprende.
A propios, a extraños, y hasta al Habitante de la Cabina.
Al que se le acerca un fibrado escolta.
Y al que muy educadamente, y con un nítido y previo ¨Por-Favor¨, se le solicita en nombre de la señora –y no sin sorpresa por parte del DJ- la remezcla de Dogzilla del último tema de ¨Narcotic Thrust¨.


Con su culo científico y con sus pantalones diseñados por CAD que resplandecen con el neón azulado, la mujer española del semi-exitoso futbolista español baila, baila y baila en la pista de baile."

miércoles, septiembre 14, 2005

Logia


“Reconozco y me descubro ante el sutil encanto de la inteligencia perceptiva de V2.
Es una mujer con la que jamás transitaríamos en las arenas movedizas de los cuerpos anhelantes ó de los estériles besos robados.
Desde un inicio se desarrolló entre ambos una plataforma de negociación asexuada que confería de un sacrosanto y tácito equilibrio conversacional todos y cada uno de nuestros muy esporádicos encuentros.

Su agudeza intelectiva es sobresaliente.
No me extraña que el mismísimo Javier Sardá reparara en ella.
Javier no las quiere tontas.
No al menos detrás de la cámara.
Delante, ya es otra cosa.

V2 atraviesa una renovada fase vital en un quasi-oasis geográfico alejada del hormigón y de la fauna de las dos macrociudades de este país.
Afirma victoriosa y con rosamonteriana lucidez que cuando tenía 28 años aún usaba la talla 38. Pero que ahora desconoce qué persistente error nutricional ha cometido para que su edad y su talla empaten a 42.

¨-Sé que me ves más gorda. Así que no me digas que me ves fenomenal, porque los tiempos fenomenales de mirarme mi propio culo en los probadores y de autovalidar mi silueta, ya han pasado.¨

Me dice que se le hace raro el verme tras tanto tiempo. Que está muy muy contenta de que haya aceptado el acercarme. Que esta noche me quede a dormir allí en su casa. Que cree que los vecinos de la casa de al lado me han visto pasar y que se han quedado algo perplejos.

Me cuenta V2 que lo verdaderamente reseñable es que hay poco, ó muy poco que contar.
Que ella optó por otro álbum de desarrollo vital hace dos años y que sabe ahora que la decisión de abandonar la ciudad en la que yo resido, se ha convertido en un acierto.
Que se dió cuenta de que todos aquellos años en los que tenía tantas y tantas cosas por contar, no han sido los más felices.
Que ahora lo es más. Mucho, mucho más. Justo cuando no tiene apenas cosas que contar, que narrar.
Me cuenta también V2 que percibe ahora -sin falsa resignación de mujer clarividente- que siempre albergó un matriz ácrata. No, no que no lo supiera. No. Que lo percibe ahora. Que lo vive ahora. Cotidianamente. En el día a día.

Estamos sentados en unas sillas blancas ante una mesa de verano de color verde, en un porche.
Hago amago de sacar un paquete de cigarrillos.
De una forma expeditiva, pero sonriente, me frena al instante.

¨-Psssssssst. Aquí, o se fuma maría, o no se fuma.¨

Y nos reímos.
Y añade que no me preocupe, que no voy a pasar mono pero que tampoco nos vamos a soltar su norma.
Y capto el mensaje, y volvemos a reirnos.

V2 se ríe de nuevo inicialmente cuando le comento que, dos noches antes, me dirigí al interior de una provincia; que conducía sin rumbo, que lo hice más ó menos durante cuarenta y cinco minutos ó una hora, y que a la luz de la luna abandoné la carretera comarcal para adentrarme en una ensenada propia de ese desierto nocturno. Y que se veía, que se podía ver con una tonalidad bluevelvetiana. Que en la oscuridad se podía ver muy bien. Que se respiraba en la seca bruma de la noche. Que era un desierto. Un silencio nítido, preciso, exacto, grave. Ni un búho, ni una cigarra, ni un grillo, ni un motor de coche en la lejanía. Inerte el espacio sonoro. Inerte. Silencio. Un silencio acojonante : que acojona.
Que encendí las luces cortas del coche, una vez ya parado, y me sitúe delante del mismo como si fuera un animal sorprendido por un cazador furtivo. Que me desnudé, casi completamente. Y que puse música a todo volumen, y que intuyo debía oirse en todo aquel valle de arena.
Y que grité.
Vocablos inconexos. Frases gongorianas. Lamentos umbralianos.
Grité.
Monosílabos. Epítetos. Espirales. Tacos. Binomios de Contundencias. Dúos de Seda.
Grité.
Un micro-eco desdibujado me daba feedback y me corroboraba que, efectivamente, había alguien gritando.
Y ese alguien se trataba de mí.
Gritando, gritando en el backstage de mis Leaving Las Vegas particular.
Pero con el ácido clorhídrico de que no era una invención fílmica, sino que era real, presencial. Que me estaba ocurriendo a mí. En la no estandarizada realidad.
Tan real como que sentí una angustiosa sed. Y sólo quedaba media botella de las pequeñas. Para toda una noche. Y continué gritando hasta comenzar a sentir un picor, una molestia, un amago de ronquera, un enmascarado dolor en la garganta.
Un carraspeo que me retrotraía a la corroboración de que debía haber gritado mucho. Pero que mucho, mucho.
Y entonces derramé Seis lágrimas negras.
Un pozo negro de Seis de las mismas.
Subasta de lo que no se pignora en el mercado continuo de las asimetrías vitales.
Al mejor postor nocturno.
Lágrimas. Negras.
Seis.

V2 no se ríe ya cuando le comento este extremo.
Me mira y me observa.
Muy fijamente.
Y estoy a gusto porque ella sabe propiciar largos minutos de silencio, en los que no hay que explicarle nada, nada.

**

A la mañana siguiente, tras pasar la noche en casa de V2, me puse de nuevo en carretera. En dirección hacia otros parajes en los que atar cabos. Se despidió de mí con el segundo más asexuado abrazo con el que se han despedido de mí en el último año. Sentí su mirada vidriosa con la que se reconocen aquellos a los que Yourcenar les habla en la madrugada. Y sentí que tragaba saliva.


Tengo un pantalón de verano que me compré en Istanbul.
Es modernillo, pero ante todo, cómodo.
Tiene una cremallera azul marino en el bolsillo de atrás.
Lo llevaba en mi bolsa aquella noche.

Muchos, muchos días después fui a poner una colada.
Soy organizadito. Reviso todos los bolsillos de todas las prendas.
Y me encontré una nota.


¨-Cuando pasen algunas semanas.., quizá incluso algunos meses.., hazte a tí mismo una Auditoría Interna, y dime cuántas te quedan aún por arrojar.¨

martes, septiembre 13, 2005

Sur