martes, mayo 31, 2005

Redunda





"Más vale Fémina que establece el Criterio,
que aquella que calla y concede el Martirio."


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miércoles, mayo 25, 2005

Ándergráund


“T. ha regresado, seriamente decepcionada, a la ciudad en la que resido, tras su periplo londinense.
Pobre T. : decepcionada, defraudada con el estigma asociado a la ciudad victoriana, se culpa a sí misma de la megalomanía y de la burbuja de fascinación auto-inoculada en el período 1990-1998.

Mi periplo londinense fue una etapa bidireccional de la que me cuesta sintetizar una gama de vivencias : prácticamente tan sólo me faltaba por optar por instalarme una tienda de campaña en Kings Cross ó en los pasillos del Terminal 1 de Heathrow.

Entiendo a T.
Regresa con destellos opacos de los que actualmente no es capaz –aún- de observarles brillo alguno.
Y mi mente se retrotrae a mis cavilaciones de aquellos lunes y de aquellos viernes en el Heathrow Express, observándome reflejado en la ventanilla.

T. : nunca llegarás a leer esto, pero no has de amargarte.

Es legítimo –muy legítimo- que desearas comerte el mundo con tabasco very brit, you know what I mean.
Tan legítimo como que habría market share –“fijo”- para tus diseños de camisetas más “in” que las de Custo.
La dualidad de la macro-ciudad que deseabas te abrigara en un principio, se convirtió en una gélida claustrofóbica y grisácea sombra al comprobar que el hecho de lavar una simples bragas en una self-laundry tenía un precio prohibitivo.

T. : ahora ya sabes que Neil Tennant y que Chris Lowe no te estaban esperando.
Y que también en la ciudad victoriana, por la noche, en el Metro, algún cobarde desaprensivo de raza blanca y muy guapo puede osar a tocarte el culo descaradamente y sin disimulo alguno mientras está enfundado en un resplandenciente y modernísimo traje de color beige.

Colateralmente, no minusvalores el aprendizaje : también has aprendido a lavar tus bragas –aunque sean de Carrefour- en el lavabo de un cuarto de baño.”

jueves, mayo 12, 2005

Ashes2Ashes


“Podrías observarme, plácidamente, mientras remuevo con la cucharilla el café que acaban de servirnos. Creo que se te escapa una sonrisa interna -con intermitentes, click-clack, click-clack- al aceptar el hecho de que me dirija a leer el editorial del primer periódico. Y el del segundo. Todavía pienso que nunca has llegado a discernir el por qué de dos periódicos, siempre dos.

Te hace gracia que perdure el aroma de Nivea for Men. Y mi cabello húmedo, aún, ensortijado, saludándote de forma inanimada mientras ojeas la revista Interiores.

Me gusta, lo admito, y mucho, que nunca hubieras deseado claudicar ante los estereotipos que, Ally, Bridget o que Sex in the City ilustraban en inyecciones mediáticas semanales.

Y que me pudieras asociar a cuando de muy pequeñito iba a parvulitos. Ya casi nadie recuerda esa palabra : parvulitos. Con un babi azul celeste, con cuadritos.

La capacidad de observación de una brillante mente femenina puede llegar a ser radiográfica. No se puede inocular, no se puede inyectar con silicona, no se puede implantar como un bonsai.

Acabo de disolver el azúcar del café. Glucosa. Metabolitos. Neuronas de la observación.
Aire de un instante borgiano. No burgués.
La brisa de una tarde que anticipa un riguroso verano.
En esta metrópoli.
Sin saber quién eres.
Desconociendo desde cuándo observas mi tránsito.
Ignorando si me intuyes.
Si vas a formularlo.
Si te llega. ”

martes, mayo 10, 2005

Ingeniería

Un hombre caminaba por una calle de Basauri en profunda meditación.
Repentinamente, dijo en voz alta:
- "Señor, concédeme un sólo deseo, tan sólo uno. Pero al menos, uno."

En ese instante el cielo se nubló y la voz poderosa y profunda de Dios exclamó:
- "Hombre de buena fé : como me has sido fiel en todos los sentidos, te concederé el deseo que pidas."

El hombre dijo inmediatamente:
- "Señor, quiero que construyas un puente hasta Lanzarote para poder conducir allá cada vez que se me antoje".

El Señor se apresuró a contestar enseguida:
-"Hijo mío, reflexiona. Reflexiona. Tu petición es extremadamente materialista. Piensa en la complejidad de semejante proyecto. ¡Los pilares del puente tendrían que alcanzar el fondo de mi Océano Atlántico! Imagina las ingentes cantidades de hormigón y de acero que eso requeriría... Puedo hacerlo, pero es difícil para mí justificar tu deseo por una razón tan frívola. Hijo mío : tómate un poco más de tiempo y piensa algo que me honre y glorifique".

El hombre meditó largamente. Finalmente dijo:
-"Padre celestial, he estado casado cuatro veces y las cuatro me he divorciado... Mis mujeres decían de mí que soy desconsiderado e insensible. Ahora mi deseo es, humildemente, poder comprender a las mujeres. Y para eso quiero saber cómo se sienten por dentro : saber lo que piensan realmente cuando te someten al tratamiento del silencio; descubrir el por qué lloran cuando están tristes y también la causa de sus lágrimas en momentos de intensa alegría; averiguar por fín lo que quieren decir cuando "no dicen nada" y, en suma, saber qué puedo hacer para que una mujer se sienta realmente feliz y dichosa".

Tras unos minutos, Dios le respondió:
-"Y ese puentecillo que decías... ¿lo quieres de dos, tres ó con cuatro carriles?"

viernes, mayo 06, 2005

Didáctica

La dama, ávida de una anhelante respuesta, lanzó la pregunta ante un expectante auditorio.
Y él, circulando lenta-lentamente en torno a sí mismo, mesándose el cabello, contestó :

"Porque vivimos una transición multigeneracional de esquemas.
Porque consolidados principios de antaño vinculados con la interacción afectivo-social se encuentran en desfragmentación.
Porque la degradación de la ética tardo-cristiana ha dejado sin referencias motivacionales a occidente.
Porque la debilidad psíquica se ha asociado a la manifestación del afecto.
Y porque el cambio de roles, expectativas y de las velocidades en la dinámica relación fémina/varón han dejado absortos a muchos/muchas y sin ganas de volver a protagonizar una hostia sorpresiva."